Quito es una hermosa ciudad ubicada en los Andes, rodeada de imponentes volcanes y majestuosas montañas que la custodian con un amor casi maternal, mientras su ángel de la guarda, la Virgen de Quito, se levanta majestuosa en el Panecillo y le observa desde lo alto. Esta ciudad es un sueño para historiadores, arquitectos, amantes de experiencias culturales y gastronómicas, y, por supuesto, un paraíso para fotógrafos de todos los estilos.
Viajé con mi Canon R10, emocionada por capturar imágenes artísticas que reflejaran la esencia de este lugar. Sin embargo, un problema médico mal diagnosticado en Estados Unidos truncó mis planes. Afortunadamente, una clínica en Quito logró solucionarlo. Aunque pasé gran parte de mis dos semanas de vacaciones en recuperación, los momentos que pude salir a pasear los dediqué a explorar el parque La Carolina y sus alrededores, así como a disfrutar de un paseo en el Metro de Quito, con paradas en el Centro Histórico y la estación Quitumbe.
En esos paseos, decidí dejar mi Canon R10 y opté por llevar solo mi DJI Osmo Pocket 3, una elección que me permitió capturar momentos espontáneos y llenos de vida. Espero que disfruten las fotos tanto como yo disfruté tomarlas.